Desde una perspectiva biológica, el humano no es otra cosa sino una especie animal, de la "familia de los homínidos", que se asignó a sí mismo la denominación de "homo sapiens", es decir "hombre sabio." Y se atribuyó tal honor en virtud de la capacidad de su mente que le ha permitido desarrollar estructuras linguisticas complejas, crear y transmitir conceptos abstractos, investigar, descubrir y utilizar los bienes de la Tierra en su propio provecho.
Es tanta la admiración que siente de sí mismo que, desde una perspectiva religiosa, se considera semejante a los dioses, a los cuales desconoce y a quienes otorga sus propias cualidades, de ternura o de crueldad infinita.
No obstante, esta "familia de homínidos" a la cual pertenecemos todos nosotros, deberíamos preguntarnos: ¿es realmente valedera nuestra "sapiencia" cuando hemos creado tanta confusión, tanta injusticia y tanto dolor en el mundo?
No obstante, esta "familia de homínidos" a la cual pertenecemos todos nosotros, deberíamos preguntarnos: ¿es realmente valedera nuestra "sapiencia" cuando hemos creado tanta confusión, tanta injusticia y tanto dolor en el mundo?