
Si bien es cierto, que la Providencia parece surgir en momentos de gran necesidad, no es menos cierto que representa una constante en nuestras vidas ya que es merced a ese Principio Universal que nuestra existencia se hace posible. Ahora bien, ¿cómo nos relacionamos con esa fuente proveedora?
Para algunos, es certeza absoluta, la garantía de que sus necesidades serán cubiertas aunque algunas veces se haga esperar. Otros, más fatalistas, ignoran todo lo referente a esta Providencia y consideran cuanto acontece como un destino inexorable ante el cual nada tienen que hacer. Cualquiera sea nuestra posición, siempre resulta alentador recordar las siguientes palabras de Miguel de Unamuno "jamás desespereis aún estando en las más sombrías aflicciones pues de las nubes negras siempre cae agua limpia y fecundante."
Una vez más será nuestra capacidad de observación atenta, sin condicionamientos lo que nos proporcionará evidencia ó no de esa fuente de intervención salvadora, oportuna, pues como expresara, Glenn Murcutt, arquitecto australiano, quien observa termina por ver...
Maira Fuencisla Rodríguez
Relacionados: