
Por otra parte, aquellas cosas que antes nos agobiaban comenzamos a comprenderlas, aceptarlas, debilitarlas ó a transformarlas...
Por primera vez, comenzamos a vernos como realmente somos y este descubrimiento nos hace más libres para seguir explorando las diversas posibilidades superiores de nuestra mente. Tomamos las riendas de nuestra vida y dejamos de ser empujados por las diversas emociones que hasta el presente nos manejaban.