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Polen de Abejas y Salud

 El polen de abeja, aunque quizás poco conocido en nuestros días, es uno de los alimentos más antiguos del mundo y del cual podemos encontrar referencias en la Biblia, la Torá, el Corán, así como en texto antiguos de la China y Egipto. Pero, ¿qué es el polen de abejas y qué beneficios nos aporta?

Polen de Abejas


¿Qué es el Polen?

El polen es un alimento que se recoge de la colmena de las abejas, las cuales lo toman de las plantas y lo transportan a su panal en forma de gránulos anaranjados que elaboran ellas mismas. Se destaca por contener casi todos los nutrientes que necesita el ser humano; es el único alimento que contiene los 22 aminoácidos esenciales.

  

Diferencias entre el Polen y el extracto de polen


Aunque algunos productos a la venta dicen que tienen extracto de polen, tenemos que advertir que es algo diferente al polen de abeja. El extracto de polen es obtenido por el ser humano de plantas específicas, y por lo tanto se puede estandarizar. De hecho es frecuente su uso en pastillas aprobadas por la FDA para tratar las alergias, como parte de un tratamiento de inmunoterapia.
Pero la composición del polen de abeja no se puede estandarizar: varía según las plantas de las que se alimentan naturalmente las colonias de abejas.

Es por dicha razón que antes de consumir suplementos es recomendable informarse sobre la procedencia del producto. El polen de abeja absorbe la polución del ambiente, que puede incluir pesticidas o metales pesados, así que lo ideal es confirmar que viene de una zona libre de contaminación, aunque en la práctica puede ser difícil garantizarlo.


Opinión de los científicos sobre el polen de abejas

De acuerdo a los científicos no se han realizado suficientes investigaciones como para afirmar que el polen sea una panacea para capaz de curar enfermedades, no obstante, si reconocen su alto calor nutritivo y energético


Propiedades nutricionales del polen de abeja

El polen contiene una gran cantidad de nutrientes. Entre ellos, se encuentran:
  • Vitaminas: A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantonénico, C, K, colina y rutina. Es uno de los alimentos más ricos en vitaminas que existen.
  • Minerales: como oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, zinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre.
  • Enzimas: diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y sacarosa.
  • Aminoácidos: alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, isoleucina, lisina, fenilalanina, triptófano, etc.
  • Por otra parte, el polen contiene, de manera aproximada, un 25% de proteína y un 4% de fibra.

Beneficios atribuidos al polen de abeja

  • Mejora el estado anímico
    El polen de abeja calma los episodios de estrés, ansiedad, nerviosismo y depresión haciendo que nuestro estado de ánimo se mantenga en calma y lejos de la irritabilidad y la tristeza que pueden causar estos cuadros. Además, estimula la mente mejorando nuestra capacidad intelectual.
  • Regula los procesos digestivos
    Sus propiedades antiinflamatorias y antibactarianas combaten las diarreas y el estreñimiento. Además reducen el dolor y las molestias que causan estos problemas al mismo tiempo que rebajan la hinchazón. El consumo de polen también está indicado en el caso de sufrir problemas hepáticos.
  • Mejora la visión
    El zinc y la vitamina C que contiene se encargan de prevenir la oxidación celular que afecta a los ojos con el paso del tiempo, y de prevenir la falta de visión y otros problemas oculares, como son la degeneración macular, las cataratas y otras enfermedades.
  • Alimento energizante
    La ingesta de polen incrementa los niveles de energía necesarios para el día a día, de manera que elimina la fatiga, baja la tensión arterial y fomenta la capacidad de trabajo haciendo que nos cansemos menos. Es ideal para recuperar la vitalidad de forma natural.
  • Cosmético natural
    Tiene funciones dermatológicas que mejoran la apariencia de la piel: desde la disminución de las arrugas o la reducción del acné, hasta combatir el exceso de grasa y la flacidez. Aunque su consumo favorece una acción interna, algunos cosméticos lo contienen como ingrediente para complementar su efecto. También está indicado en las personas que padecen psoriasis, eccemas o lupus.

Algunas Precauciones

De acuerdo a antiguas creencias, si nuestro organismo no reacciona bien al polen primaveral, podemos tomar gránulos de polen masticados de manera muy gradual, a modo de un gránulo por día. Con esto, nuestro cuerpo se irá acostumbrando a la polinización de las plantas. No obstante, aquellas personas que tienen alergias, y especialmente alergia al polen o a las abejas, deben ingerirlo con sumo cuidado y bajo supervisión médica, ya que el polen podría desencadenar una reacción alérgica.

También podría potencialmente causar alguna interacción con otros medicamentos, por eso quienes estén siguiendo alguna medicación deberían consultar con un doctor antes de empezar a tomar suplementos de polen, y en cualquier caso, comenzar con una dosis pequeña.

¿Cómo se toma el polen?

El polen es un alimento que, de consumirlo entero, nuestro cuerpo no lo digiere ni asimila, por lo que no obtendríamos ningún beneficio para la salud. Por eso, es muy importante ingerirlo siempre en polvo o bien en extracto líquido.
Como el polen suele venderse en gránulos, podemos molerlo nosotros mismos para tomarlo mezclado, por ejemplo, con uno de los alimentos del desayuno. Muchos naturópatas y nutricionistas recomiendan tomar el polen de manera regular en las épocas de cambio de estación, en especial en primavera y otoño.