Para Carl Rogers, uno de los autores más influyentes de la psicología humanista, el proceso de Autoconocimiento pasa por
varias etapas bien definidas, las cuales
enumeraremos a continuación:En primer lugar, es necesario que nos demos cuenta del personaje que
habitualmente representamos y que se esconde detrás de diferentes máscaras; de
esta manera, observaremos que, en gran medida, las emociones y sentimientos que
experimentamos no se originan en las verdaderas reacciones de nuestro organismo,
sino que responden a ideas, con frecuencia distorsionadas, sobre el mundo, los
demás y sobre nosotros mismos.
Posteriormente, será necesario que descubramos las muchas veces que pensamos y actuamos, no como realmente nos gustaría hacerlo sino para complacer a los demás y de esta manera sentirnos aceptados, queridos; no obstante, esta manera de proceder nos conduce inevitablemente a nuestra propia anulación. Por supuesto, nos estamos refiriendo a las cosas verdaderamente importantes de nuestras vidas.
Por otra parte, en la medida que realmente nos vamos dando cuenta de nuestras formas de pensar, sentir y actuar, progresivamente iremos generando mayor confianza en nosotros mismos, en nuestro propio organismo como instrumento adecuado para hallar las conductas más satisfactorias en cada situación inmediata, así como también, iremos desarrollando nuestro propio foco interno de evaluación, sin necesidad de recurrir constantemente a los demás en busca de aprobación. Recordemos que no somos “productos terminados” sino que somos un proceso en continua transformación y perfeccionamiento si así lo decidimos.
Posteriormente, será necesario que descubramos las muchas veces que pensamos y actuamos, no como realmente nos gustaría hacerlo sino para complacer a los demás y de esta manera sentirnos aceptados, queridos; no obstante, esta manera de proceder nos conduce inevitablemente a nuestra propia anulación. Por supuesto, nos estamos refiriendo a las cosas verdaderamente importantes de nuestras vidas.
Por otra parte, en la medida que realmente nos vamos dando cuenta de nuestras formas de pensar, sentir y actuar, progresivamente iremos generando mayor confianza en nosotros mismos, en nuestro propio organismo como instrumento adecuado para hallar las conductas más satisfactorias en cada situación inmediata, así como también, iremos desarrollando nuestro propio foco interno de evaluación, sin necesidad de recurrir constantemente a los demás en busca de aprobación. Recordemos que no somos “productos terminados” sino que somos un proceso en continua transformación y perfeccionamiento si así lo decidimos.
Mayra Fuencisla Rodríguez
Relacionados: