Existen dos clases de silencio: uno de
ellos es aquel en el cual no emitimos ninguna palabra y por consiguiente las
demás personas consideran que estamos callados, sin embargo en nuestra
mente están sucediendo una serie de
imágenes y diálogos interminables que la mayoría de las veces nos fatiga y
desgasta. Nos vamos de vacaciones y ese mismo
tumulto de ideas e imágenes sobre lo que hemos hecho o tendremos que
hacer nos acompañan. ¿Por qué nuestra mente es tan ruidosa?
No conocemos el Silencio de la mente porque nunca nos lo han enseñado, sin embargo cuando comprendemos y experimentamos su enorme potencial curativo y regenerativo comenzamos a estimarlo y valorarlo. La Naturaleza y la Meditación Mindfulness son medios excelentes para iniciarnos en el aprendizaje y la práctica del Silencio, en el aprendizaje de esa otra manera de ser y estar en el mundo. El Silencio de la mente no es pasividad sino que por el contrario es un estado mental lleno de energía y vitalidad.
Maira Fuencisla Rodrìguez
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