Al comenzar a realizar tu práctica de Mindfulness es frecuente que algunos, o quizás muchos pensamientos, puedan
comenzar a sabotear tu experiencia. Esto es normal debido a que siempre hemos
estado acostumbrados a vivir en nuestros pensamientos y la experiencia del
silencio sensorial nos parece un tanto extraño, es como si el
intelecto se negara a ceder
su espacio de monarca voluntarioso y caprichoso.
También es frecuente que algunas personas
deseen obtener resultados inmediatos y si no los obtienen comienzan a sentirse
frustradas. Recuerda que la Naturaleza trabaja a su propio ritmo, que es
también tu ritmo: Un árbol no florece en un solo día, ni la tierra gira
alrededor del Sol en un segundo, ni un niño se hace adulto en un par de
semanas. Todo tiene su tiempo.
A medida que continúas con tu práctica
regular, irás advirtiendo cambios en tu bienestar físico y mental; más significativos algunas veces, más
sutiles otras, pero siempre se estarán
produciendo.
Algo que también debes recordar es que no se
trata de realizar la práctica simplemente durante un fin de semana y después
olvidarla. Mindfulness supone una nueva actitud ante la vida, un arte de vivir. Con el tiempo, se
convertirá en parte de ti mismo.
Maira Fuencisla Rodríguez
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