Cuando surgen problemas es conveniente tener una especie de guía o mapa que nos indique como proceder ante las dificultades pues de lo contrario podríamos desviarnos de nuestro proyecto ó incluso abandonarlo. Es por dicha razón que a continuación te describiré 7 estrategias que, sin lugar a dudas, podrán ayudarte. Son las siguientes:
1. Identifica muy bien el problema
2. Identifica las diferentes opciones o alternativas para la solución de tu problema
Por o general, siempre hay varias alternativas que podemos seguir a la hora de solucionar problemas. Analiza cada una de ellas e indaga sobre las posibles consecuencias que cada una de ella podría ocasionar
3. Procura tener una visión completa de la situación
¿Cómo sería la situación si ya el problema estuviera resuelto?
¿Cuáles son las implicaciones de tu idea a más largo plazo?
¿Cómo encajan las posibles soluciones en la totalidad del proyecto?
Conocer la situación final deseada es muy importante antes de comenzar a elegir posibles opciones o alternativas.
4. Identifica tus recursos para solucionar el problema
Una vez identificado el problema, reflexiona sobre aquellas cosas que necesitarás para resolverlo. ¿De qué recursos dispones? ¿quién o quienes podrían ayudarte? ¿pedirás la ayuda que necesitas o te quedarás de brazos cruzados?
5. Realiza un brain storming ó lluvia de ideas
Quizás las ideas no te fluyan con la rapidez que te gustaría, sin embargo no significa que no puedan surgir en cualquier momento.. Como dijera Henry Ford “si te parece imposible es porque todavía no has encontrado la solución”.
En ese caso, trata de realizar un “brain storming” que te facilite el surgimiento de nuevas ideas creativas y originales. Anota todo aquello que se te vaya ocurriendo en un primer momento sin criticar o juzgar. Más tarde tendrás tiempo para el análisis pero durante el brain storming deja que las ideas fluyan libremente. Una vez que lo hayas realizado, busca y analiza las que consideras que te pueda servir.
6. Planifica y realiza ajustes.
Una vez que hayas optado por una posibilidad que considera viable y con muchas posibilidades de éxito necesitarás un plan de acción para llevarla a cabo:
¿Cómo procederás?¿Qué es lo primero que tienes qué hacer? ¿Elaborarás un cronograma para fijar las fechas de cada tarea por realizar? ¿Cuál es la fecha límite en la cual quieres ver concluido tu proyecto o propósito?
Recuerda que aunque tengas un plan, quizás en algún momento tengas que ajustarlo de acuerdo a las circunstancias. Para ello, la “flexibilidad” es la clave.
7. Actúa, deja de procrastinar.
Una vez que has realizado los pasos anteriores es el momento de que te pongas en acción. Quizás no todo esté perfecto, pero ya cuentas con lo suficiente como para comenzar a trabajar. Si verdaderamente estás motivado por tu proyecto te pondrás “mano a la obra” de inmediato, sin postergar ni por un momento.
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8. Asume la actitud positiva de quien cree en sí mismo.
Ahora, solamente necesitas confiar en ti mismo y en el éxito de tu proyecto. Si en algún momento surge la auto crítica, el desaliento ó la negatividad no les des alas. Asume una actitud de poder, de “yo si puedo” y sigue siempre adelante, venciendo dificultades y aceptando todo lo bueno por venir...
Maira Fuencisla Rodríguez
Maira Fuencisla Rodríguez
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