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Integridad frente a las dificultades

Frente a las dificultades es frecuente que reaccionemos de diversas maneras ya sea con un berrinche, culpando a los demás, justificándonos o bien de cualquier otra manera mientras permitimos que el estrés y la ansiedad se apodere de nosotros, sin embargo ¿podemos afrontar las dificultades de otra manera?

El primer paso, sin lugar a dudas, será calmarnos para poder comprender la naturaleza del problema desde una perspectiva más amplia que impida que la estrechez de pensamientos nos ocasione aún mayores dificultades. Una vez comprendidas nuestras dificultades o problemas, evaluaremos las posibles oportunidades que se nos presentan, sus pro y sus contras, los recursos con los cuales contamos, etc. hasta que estemos en condiciones de tomar la mejor decisión.

En segundo lugar, tendremos que recurrir a dos importantes virtudes como son la Paciencia y Perseverancia. Paciencia que, de acuerdo a la tradición filosófica "es la constancia valerosa que se opone a las dificultades y que a pesar de lo que sufra el hombre no se deja dominar por ellas".  Ya en la antigua Grecia, Aristóteles la consideraba como el punto medio ó punto de equilibrio entre emociones extremas, un rasgo de las personas emocionalmente maduras que saben afrontar las dificultades con entereza y valentía sabiendo que en muchas oportunidades es mejor no actuar sino esperar a que las cosas fluyan a su propio ritmo, es decir, consideran que hay que “darle tiempo al tiempo”

Perseverancia es la otra virtud que nos permite mantenernos firmes hasta que encontremos alguna solución ante las dificultades. Marie Curie, fìsica polaca y ganadora de dos premios Nobel lo expresaba así: “La vida no es fácil para ninguno de nosotros, pero ¿qué hay con eso? Tenemos que tener perseverancia y, sobre todo, confianza en nosotros mismos”. Para Thomas Carlyle, ensayista e historiador escocés “si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos”

En tercer lugar, es necesario que tengamos siempre presente que cualquier decisión que tomemos acarreará sus respectivas consecuencias, por lo cual es necesario prevenir antes de que los problemas adquieran mayores dimensiones y no tengamos jamás que pronunciar frases tan amargas y desesperadas como las de George Marshall, militar y político estadounidense: "Hemos caminado a ciegas, haciendo caso omiso de las lecciones del pasado, con las trágicas consecuencias de las dos guerras mundiales".

Resumiendo: las actitudes convenientes frente a las dificultades son:
- Mantener amplitud de miras
- Proceder con paciencia y perseverancia
- Recordar la ley de causa y efectos.  

Maira Fuencisla Rodríguez

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