El miedo normal surge cuando alguna situación externa representa una amenaza o peligro para nuestra propia vida y que por tanto, activa los mecanismos necesarios para que podamos huir o defendernos. En dicho sentido, podemos afirmar que el miedo es necesario y protector, sin embargo..
Sin embargo, las cosas se complican cuando comenzamos a experimentar estados de ansiedad sin que hayan objetos o situaciones externas que justifiquen nuestra perturbación o sentimientos negativos. Dicha ansiedad suele ir acompañada de sensaciones de malestar emocional y de síntomas orgánicos como taquicardias, sudoración, etc.
A su vez, las fobias son originadas y estimuladas por el ambiente, sin embargo, aquello que es causa de miedo para algunas personas no representa ninguna amenaza para otras. Por ejemplo, la presencia de gatos o perros puede producir una reacción paralizante de miedo a algunas personas mientras que otras lo disfrutarán plenamente.
De acuerdo a investigaciones realizadas por profesionales de la medicina y de la psicología, una de cada diez personas padecen alguna forma particular e intensa de miedo o “fobia”. Dicha palabra proviene del griego “phobos” que quiere decir miedo , sin embargo, en la psicología moderna hace referencia a los miedos privados, peculiares e irracionales y que se originan en ideas y emociones reprimidas pues todo aquello que dejamos sin expresar o resolver a lo largo de nuestra vida queda latente en el inconsciente hasta que podamos sacarlo a la luz y resolverlo.
Existen fobias muy diversas, tales como la claustrofobia o miedo a los espacios cerrados. La agorafobia o miedo a los espacios abiertos ya sean las calles de la ciudad o los ambientes naturales. En realidad, existe un número bastante nutrido de estos miedos irracionales y limitantes.
En algunas ocasiones podemos tener fobia hacia algo en particular, sin embargo, pocas veces o quizás ninguna tengamos que enfrentarnos con el objeto de nuestra fobia. Por ejemplo, si la visión de una culebra encerrada en un terrarium te descompone por completo, podrás evitarlo fácilmente no acudiendo de nuevo a aquellos lugares donde se exhiban dichos reptiles. Pero si tu fobia te impide realizar ciertas actividades, entonces es mejor que consultes con algún profesional de la psicología para que te ayude a superar dichos miedos.
Algunas técnicas para gestionar y las superar fobias:
La desensibilización sistemática:
Consiste acercamientos, en principio muy pequeños, al objeto de tu miedo. Después progresivamente podrás ir aproximándote cada vez más hasta que poco a poco puedas sentirte tranquilo.
Esta técnica va acompañada, a su vez, de prácticas cognitivas, de respiración y relajación
Las tecnicas cognitivas te ayudarán a re-encuadrar algunos pensamientos irracionales que pueden estar causándote problemas.
La practica de la respiración profunda y la relajación te ayudarán a mantenerte sereno cuando te encuentres en esas circunstancias que activan tus miedos en particular.
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