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Desesperanza Aprendida, cómo superarla?

¿Por qué perdemos la confianza? ¿Cúando entramos en estado de desesperanza o de indefensión aprendida? ¿Que consecuencias produce la desesperanza aprendida? ¿Con qué recursos contamos para superarla?

 Se conoce como desesperanza aprendida a un estado mental de desánimo e impotencia surgido como resultado de experiencias pasadas en las cuales fuimos incapaces de enfrentar con éxito algunas situaciones en particular. A partir de ahí, procuramos evitar eventos similares por cuanto estamos convencidos de que seremos incapaces de afrontarlo nuevamente . Y así, una y otra vez, continuamos, grabando en nuestra mente mensajes limitantes generando ciclos de pensamientos autodestructivos que nos harán sentir cada vez más inadecuados e incapaces con la inmensa cuota de tristeza y depresión que esto nos acarrea. Si esta es nuestra situación, ¿qué podemos hacer?

En primer lugar, debemos reflexionar sobre el hecho de que no todas las personas desarrollan “desesperanza ó impotencia aprendida”. ¿Qué fortalezas desarrollan aquellos que permanecen ecuánimes aún ante los fracasos? Confianza, confianza y más confianza!!

Ciertamente, la confianza es un factor indispensable para acometer cualquier objetivo ya sea de índole personal, familiar o laboral. Es una sensación de poder, de seguridad absoluta en nuestros propios recursos para enfrentarnos a los retos que la vida nos depara. Si bien es cierto que nadie está en control absoluto de los acontecimientos externos a nosotros, tenemos la opción de decidir cómo queremos reaccionar ante los mismos.

Una luchadora incansable como Marie Curie afirmó en cierta oportunidad: “La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero, ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste”. 

camino
O quizás recuerdes aquella frase de Lyman Frank Baum en boca del mago de Oz: “Estoy seguro de que te sobra valor. Lo único que necesitas es tener confianza en ti mismo. No hay ser viviente que no sienta miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor reside en enfrentarse al peligro aun cuando uno está asustado, y esa clase de valor la tienes de sobra”.

O la sugerencia de Norman Peale: “Cree en ti! ¡Ten fe en tus capacidades! Si no tienes confianza, una confianza humilde, pero razonable en tus propios poderes, no puedes tener éxito o ser feliz”

 Ahora bien, ¿qué podemos hacer para ayudarnos a nosotros mismos a superar la inseguridad y el miedo? ¿cómo desarrollar esa confianza y seguridad anhelada? Algo que sin lugar a dudas, puede ayudarte es lo siguiente:

1. Toma consciencia los pensamientos automáticos y recurrentes que tienes habitualmente  sobre la dificultad ó sentimiento de desesperanza que te aflige y trata de ver cómo puedes re-encuadrarlo, es decir, considerarlo desde otra perspectiva más amplia, más llena de recursos. Lo ideal es que realices esta actividad por ti mismo pero si te resultara muy difícil hacerlo, procura buscar la ayuda de algún amigo, persona de confianza o asesor psicológico que te ayude a ampliar el horizonte. Una vez que captas el “truco del asunto”, la próxima vez, trata de implementarlo por ti mismo, sin ayuda de nadie.

2. También puedes dedicar algunos minutos a realizar visualizaciones donde te veas a ti mismo actuar con confianza en aquellas situaciones que quieres sentirte seguro/a. Recuerda siempre que la regularidad es necesaria, de esta manera tu mente subconsciente se irá impregnando de los mensajes visuales e incluso verbales que le estás comunicando para lograr los resultados que deseas obtener. 

3. Ten siempre presente que los errores que cometemos nos son motivo para que nos descalifiquemos sino un medio de aprendizaje que nos permitirá hacerlo mejor la próxima vez. No importa que nos caigamos, podemos volver a levantarnos y seguir adelante.

4. Trata de adoptar siempre una postura corporal de confianza puesto que algo tan sencillo como esto, tiene una influencia muy notable en la producción de las hormonas del placer y bienestar. Así mismo, trata de darte cuenta de las sensaciones corporales que comienzas a experimentar cuando adoptas esa postura regia de confianza y vitalidad. Practícalo con regularidad, a diario, si es posible...

5. Y como dice un proverbio “todo largo camino comienza con un primer paso”, así que proponte pequeños acercamientos para abordar tu dificultad.. Pequeños retos y pequeños logros te permitirán aumentar tu pericia y confianza. Bien merece el esfuerzo!!

Maira Fuencisla Rodríguez

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