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Las Barreras del Miedo

El miedo lo conocemos todos. Llega de improviso, con sus agudas cornetas de alarma que nos aceleran el corazón, nos hielan la sangre, nos paralizan ó nos predisponen al ataque. Pero, ¿es el miedo únicamente un visitante hostil ó un fiel guardián de nuestra vida? ¿Cual es la frontera entre el miedo natural y aquel otro que es únicamente fruto de nuestra imaginación?

El miedo racional ó natural surge de la realidad objetiva, nos alerta para que tomemos acción impidiendo algún daño inminente. En ese sentido, el miedo es una clara expresión del instinto de conservación de la vida que nos protege y cumple, en sentido metafórico el papel de ángel guardián. Gerry Spence, abogado y escritor estadounidense, lo expresaba de la siguiente manera: "El miedo nos abraza como lo hace un amigo.. Es un regalo de la naturaleza a nosotros. Es la mejor arma para la libertad... Permite que nos escapemos o que luchemos con energía más allá de nuestra capacidad.” 

Pero ¿qué decir del miedo ilógico, irracional?  Ese que no tiene realidad objetiva, que no le rodea ninguna situación amenazante pero que llega a ocasionarnos verdaderos estados de ansiedad o compulsión impidiéndonos avanzar e incluso convirtiendo nuestras vidas en algo lamentable y digno de compasión?

Desde el saber popular, estos miedos irracionales han sido considerados como los mayores enemigos a los cuales tenemos que enfrentarnos. Incluso, un autor famoso, expresó en cierta ocasión que “el miedo es el más aborrecible, la más degradante de todas las emociones de la mente humana, el mayor enemigo del progreso, de la evolución humana”. 

El poder nocivo de estos miedos irracionales afecta las diversas áreas de nuestras vidas, hasta en la más pequeña toma de decisiones. Como dijera Edmund Burke, escritor y político “El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros” o como expresara Giacomo Leopardi, poeta y filósofo: “No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte, teme al miedo

Pero, ¿y entonces qué hacer? ¿cómo actuar frente a estos pensamientos que alejados de toda razón nos crean tantos inconvenientes y malestares en nuestra vida?

Desde la Psicología Cognitiva nos planteamos el acercamiento gradual a ellos en un clima psicológico de seguridad y relajación que nos permita ir poco a poco comprendiéndolos, aceptándolos de manera que podamos ir reduciendo su poder hasta tal punto que desaparezcan por completo ó que al menos ya dejen de causarnos ansiedad. Y así, poco a poco, podremos ir deshaciéndonos de esos incómodos pensamientos de miedo, que se instalaron en nuestra mente bien inducidos por otras personas ó bien como resultado de nuestras percepciones erróneas.

Maira Fuencisla Rodrìguez

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