Nuestro mundo es un maravilloso escenario donde la realidad y la fantasía juegan con nuestros sentidos. Las hojas de los árboles que parecen verdes en la mañana se tornan plateadas al sol intenso de la tarde. ¿Cuál es entonces su verdadero color?
El país de tu infancia ha cambiado de apariencia y tú mismo eres ya irreconocible para aquellos que te conocieron en tus primeros años. ¿Acaso hay algo que permanezca estable?
¿Cuál es la línea sutil que une ó separa la luz de la obscuridad, lo eterno de lo efímero, la violencia de la paz, lo baladí de lo significativo?
Una sonrisa ó un escalofrío sigue a la consciencia que se da cuenta de sus errores de percepción. Independientemente de nuestro deseo de permanencia lo único verdaderamente permanente es la impermanencia. Todo lo existente es similar a burbujas de jabón.
Maira Fuencisla Rodríguez
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