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Empatia y pequeños actos cotidianos

¿Qué se entiende por "Empatía" y ¿por qué es tan importante en nuestras relaciones interpersonales? ¿Qué acciones podemos realizar cotidianamente para aumentar nuestra capacidad empática y la de los demás?

¿Qué es Empatía?

 

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Se conoce como “empatía” a la capacidad de los seres humanos para identificase y compartir las emociones y sentimientos de los demás seres humanos. Dicha capacidad surge por el hecho de haber experimentado esa misma situación ó por tener conocimiento del mismo. En el contexto de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, se conoce a la “empatía” como uno de los factores de la inteligencia interpersonal.

Para algunos investigadores, la empatía es una habilidad adquirida en los primeros años de vida mediante un adecuado proceso de socialización. Cuando esto no ocurre, la situación es muy distinta. Por ejemplo, los niños que han sido victimas de abuso o maltratos no son capaces de sentir el sufrimiento de otros niños. Por el contrario, los niños que, en sus hogares, han recibido amor y afecto se percatan con mayor facilidad de las emociones ajenas. Como afirmara Carl Rogers, la empatía se aprende e inculca. Somos entrenados para sentir culpa y dolor cuando causamos sufrimiento a otra persona.

Y de acuerdo al sociólogo estadounidense David Lerner, esta capacidad para la comprensión de las emociones y sentimientos ajenos es de vital necesidad en las complejas sociedades modernas de constante transformación y en las cuales sus miembros deben desempeñar roles muy diversos.  Cuanto mayor sea nuestra comprensión y capacidad de “ponernos en el lugar el otro” mayor será nuestra capacidad para construir un mundo más justo y más amable donde merezca la pena vivir.

Empatía y pequeños actos cotidianos

 

De acuerdo a una extensa serie de estudios, la capacidad para comprender y experimentar empatía hacia familiares, amigos y compañeros de trabajo en general puede verse aumentada mediante el cultivo de emociones positivas. Conforme a la psicóloga estadounidense el hecho de realizar favores relativamente pequeños, ofrecer palabras desinteresadas de aceptación ó de ayuda aumenta también la posibilidad de inducir emociones positivas en las  personas receptoras  así como de aumentar la inclinación de dichas  personas a simpatizar o brindar ayuda. Es algo fácil, ¿verdad? Si lo deseas puedes empezar a desarrollar hoy mismo tu “capacidad empática” con las personas que tienes más cerca y que probablemente te lo agradecerán.

Desde la posición del "observador neutral"


Algo que también puedes hacer es colocarte en la posición del "observador neutral" e imaginar en una pantalla mental a aquellas personas con las cuales mantienes relaciones difíciles o con las cuales discrepas notoriamente o que consideras tus enemigos. Por unos instantes, trata de observarlas con total desapego y poniéndote en su lugar responde las siguiente  preguntas: 
  • ¿como crees que el/ella se está sintiendo?
  • ¿de qué manera está viendo el/ella la situación?
  • ¿porque razón está actuando de dicha manera?
  • ¿hay algo que ignoras en relación a dicha persona?

Desde la posición del "observador neutral", dejamos de ser tan absolutamente críticos para entrar en un espacio de comprensión y tolerancia hacia los motivos y razones que tienen las demás personas para actuar de la manera que lo hacen.

Maira Fuencisla Rodríguez

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