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Necesidad de perdonar

Cuando la afrenta, el daño y el dolor ocasionado impactan significativamente el corazón de los seres humanos mayor será su dificultad para reponerse y sanar su heridas ya sean físicas o emocionales. De igual manera, el perdón, será considerado como una opción inadmisible y absurda. Y sin embargo, tal como expresara William Shakespeare  ¿será posible que el perdón se asemeje a la lluvia que cae suavemente de manera tal que dicho perdón se vuelva dos veces bendito pues enaltece tanto al que lo da como al que lo recibe?   
nenúfares
La palabra perdón proviene del latín y tiene varias acepciones. Puede ser considerado como la “capacidad de pasar y continuar adelante” como la “posibilidad de donar, de regalar algo a los demás”. Y acto seguido nos preguntamos:
- ¿es realmente posible perdonar?
- ¿por qué tendríamos que hacerlo?

En realidad, antes de de poder perdonar se requiere que estén presentes algunas condiciones:  En primer lugar, será necesario que procedamos a sanar nuestro dolor hasta que, poco a poco, nuestro equilibrio emocional se vaya restaurando. Es así como “se puede pasar y seguir adelante” hasta el punto que tomemos la decisión de “donar”, “de per-donar”.

Por el contrario, si el proceso de sanación no se lleva a cabo, continuaremos albergando emociones muy tóxicas como el rencor, el odio, el deseo de venganza y tantas otras que irán minando nuestra salud ya sea a corto, mediano o largo plazo. ¿No será esto suficiente razón para sanar nuestras heridas?  Tal vez, prefiramos quedarnos solamente en esta primera etapa del “pasar y seguir adelante”. ¡Quien sabe!  Quizás más adelante, podamos desear “donar y per-donar”.....

Maira Fuencisla Rodríguez

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